La insuficiencia cardiaca (IC) es el estadío terminal de múltiples procesos cardiológicos.
Es una situación grave, progresiva e irreversible a la que potencialmente pueden abocar la
mayoría de los pacientes cardiópatas. No se trata de una enfermedad concreta, sino de un amplio
síndrome, y de aquí surge la dificultad para establecer una única definición universalmente
aceptada. Una de las más habituales establece que la IC es la incapacidad del corazón para
bombear la sangre necesaria para proporcionar los requerimientos metabólicos del organismo,
o bien cuando esto sólo es posible a expensas de una elevación de la presión de llenado
ventricular . M. Packer propone una definición especialmente útil para comprender su
fisiopatología y sus manifestaciones clínicas, y afirma que la IC es un síndrome clínico complejo
que se caracteriza por anomalías de la función ventricular izquierda y de la regulación
neurohormonal, que conlleva intolerancia al ejercicio, retención de líquidos y disminución de la
longevidad . Desde un punto de vista clínico, se entiende por IC el conjunto de síntomas y signos
semiológicos que aparecen como consecuencia de la disfunción ventricular, de la afectación
valvular o del aumento de la carga ventricular. En este sentido, las posibles manifestaciones son
muy diversas, y de aquí que se hayan enunciado unos criterios para facilitar su diagnóstico
Tomado de : http://www.medynet.com/usuarios/jraguilar/Manual%20de%20urgencias%20y%20Emergencias/insucar.pdf
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